Porque decir Almagro es decir corral de comedias, y decir teatro, claro. Almagro alberga el único Corral de Comedias que se ha mantenido intacto y en activo desde principios del siglo XVII hasta nuestros días. Y tiene una intensa actividad que hace crecer la ciudad, especialmente durante el Festival Internacional de Teatro Clásico, al que yo no me he resistido este año.
Durante
etodo el mes de julio se celebra el reconocido Festival Internacional de
Teatro Clásico. Este año, comenzó el día 7 y terminará el 31. Alrededor
de 60.000 personas se reúnen cada edición para asistir a los numerosos
espectáculos, eventos y actividades que se programan durante todo el
mes, transformando esta hermosa ciudad en un enorme escenario donde los
versos y los cómicos venidos de todo el mundo se mezclan con los
espectadores y turistas, siendo entonces cuando surge la magia del
teatro en cualquier rincón. Allí se representan multitud de obras
Clásicas, y es lugar de estrenos de prestigiosas compañías. Ojo, que no
es sólo en el corral, sino en los diferentes espacios escénicos de la
localidad. Aún así, hay que pillar entrada con tiempo.
Nosotros vimos La Celestina en el Espacio Narros. Fue el pasado 15 de julio. Muchas gracias a mis amigas Silvi y Nata, que me llevaron hasta allí.
Nosotros vimos La Celestina en el Espacio Narros. Fue el pasado 15 de julio. Muchas gracias a mis amigas Silvi y Nata, que me llevaron hasta allí.
El Corral de Comedias de Almagro conserva su estructura original. Lo redescubrieron en 1954. Consta de un zaguán de entrada (que hacía las veces de comedero) con techo de artesonado y entrevigado de madera. Da paso al patio-corral, de tres flancos y unos 300 metros cuadrados de extensión. Lo rodean de 54. En la parte derecha, conserva todavía el pozo. Al fondo, se encuentra la escena en dos alturas, típica según la idea de movimiento barroca, con decoración de rosetas y palcos laterales de celosías o ajimeces de madera para clases sociales altas. Frente a la escena está la llamada cazuela, dedicada a las mujeres, con escalera independiente, en origen aislada, y actualmente comunicada con las demás galerías. Detrás de la escena, los camerinos conservan su estructura original. En su escena se siguen representando, casi a diario, las obras de los autores clásicos del Siglo de Oro, que encuentran en sus tablas un escenario inmejorable. Decir que hay visitas teatralizadas al corral, donde nos recibe la voz, nada menos, que de Fernando Fernán Gómez.
Al Festival Internacional de Teatro Clásico, se suma el “Festival Iberoamericano de Teatro Contemporáneo” que tiene lugar en el mes de Octubre en el Teatro laboratorio “La Veleta”.
Además, Almagro cuenta con un Museo del Teatro, que nació por iniciativa del Ayuntamiento y de la Consejería de Educación y Cultura Lo hizo en el centro de la localidad en 1989, en un edificio nuevo, donde hoy está el Museo de Encaje. Porque, dada la gran cantidad y riqueza de los fondos, el edificio pronto resultó insuficiente, por lo que en 1994, el Ayuntamiento cedió los Palacios de los Maestres de Calatrava al Ministerio de Cultura para que, tras una rehabilitación, se destinara a Museo Nacional del Teatro.
Decir que Almagro se encuentra en el Campo de Calatrava, en el centro mismo de la provincia de Ciudad Real, cuenta con una posición estratégica en su entorno físico y cultural. Almagro no es sólo el Corral de Comedias o la actividad que de él se deriva. Declarada Conjunto Histórico Artístico, la ciudad entera nos envuelve en cultura, arte, tradición y sabor castellano, del siglo de Oro y de la picaresca. El paseo por sus calles nos obsequiará con el deleite de cada uno de sus rincones, abriendo la mirada que inquieta no sabrá donde elegir posarse.
La Plaza Mayor es monumental y amplia. Destaca por los soportales repechados tras las columnas toscanas de piedra, que sostienen unas galerías cubiertas que la hacen única en su clase. Llaman mucho la atención las columnas que sostienen esos magníficos soportales y las balconadas de color verde que se asientan sobre ellas. Los edificios trazan unas curvas que parecen desafiar a los arquitectos. Su interior se oculta tras las cortinas. ¿Qué habrá dentro?
Y dada su importante historia, Almagro tiene numerosos edificios religiosos y civiles. Entre los primeros, destacamos el Convento de la Encarnación, Iglesia de la Madre de Dios, Convento de Santa Catalina o la Iglesia de San Bartolomé. Son de diferentes estilos, pero todas ellas obras de diferente y singular belleza.
Entre las obras civiles, llaman la atención detalles en las fachadas, conjuntos urbanos y el propio trazado de la villa. Se alían para seducirnos entre innumerables deleites de caminos, descansos, actividad y contemplación, que hará que nos sintamos reconfortados en la visita y nostálgicos al partir. Pasear por las calles de Almagro constituye una invitación a sumergirnos en su pasado, en la leyenda de monjes guerreros y caballeros, en la grandiosidad de sus iglesias y conventos, o en la perfecta traza de su inalterado Barrio Noble.