U n tipo de madera como yo se encuentra como pez en el agua, o mejor dicho como gnomo en el bosque, en un paraje natural como el castañar de El Tiemblo, en Ávila. La verdad es que este inicio de la Garganta de la Yedra es un lugar precioso, que en otoño mezcla los colores marrones y ocres, todavía con el verde de los árboles. Es un gusto para la vista, sobre todo al atardecer, y para los oídos, con el canto de los pájaros. A un suelo repleto de hojas caídas y castañas todavía con pinchos, unes, si andas algo listo, el poder ver algunos animales salvajes. Yo, que soy pequeñito y miro desde abajo, sólo vi algunos grandes, como caballos, y unos corzos justo antes de llegar. Pero dicen que también hay lagartos, y que los más despiertos pueden ver muchas especies de pájaros. La pega es que, claro, atraídos por tanta belleza, El Tiemblo está repleto de dominguero que, como yo, visitamos el lugar. Para evitar que todo se llene de coches, el Ayuntamiento del pueblo ha puesto una especie de gu...
Blog de viajes. Nuestra mascota, la marioneta Pumuky, recorre el mundo, y aquí nos cuenta sus travesías y da algunos consejos.