Escalona es un pueblo precioso, no muy lejos de Toledo, al que suelo ir de vez en cuando, sobre todo en verano, porque te puedes bañar en el río Alberche a los pies de su majestuoso castillo. El otro día, aprovechando una visita de "mi rusita", como diría Elena Anaya, nos fuimos de casa rural, y no pude evitar parar en el pueblo. Ella, que es muy blanquita y muy rusa, por supuesto que se quiso bañar en el Alberche, porque como estábamos a cinco o seis grados, decía que hacía calor. Yo me negué en redondo, claro, porque se me iban a congelar las cuerdas de los pies y muñones. No tenía que haberle contado la historia de aquella vez en la que vimos un bautizo gitano y se me pegaron todos los chavalitos mirando cómo flotaba... A cambio de mi negativa, le prometí volver este verano, el de verdad, a bañarnos y hacer una ruta de castillos. Porque lo que más me llama la atención de Escalona es su castillo. La imponente fortaleza tiene origen romano. Después de ser un casti...
Blog de viajes. Nuestra mascota, la marioneta Pumuky, recorre el mundo, y aquí nos cuenta sus travesías y da algunos consejos.