Café con Pumuky VI: Taranga

Autobús nocturno, con un trayecto directo a Taganga, nuestro siguiente destino. 12 HORAS, si doce horas, no me he equivocado..., pero casi todo el trayecto dormido, pues estos "carros" son muy buenos y confortables.

Taganga es un típico y característico pueblo de pescadores. Está rodeado por montañas con vegetación cactácea y pequeños árboles, como el trupillo. Es popular por sus paisajes y miradores, y tiene 3.000 habitantes aproximadamente. Un lugar donde las familias todavía viven de la pesca de la forma tradicional y que además está muy cerca del parque nacional de Tayrona, que será mi próxima entrada.
Es posible observar el ritual de pesca de los nativos que construyen sus propias canoas y utilizan con magia la atarraya. A destacar también el buceo. Se trata de uno de los principales sitios para la práctica de buceo autónomo en el Caribe Colombiano, famoso por sus arrecifes de coral, promete paisajes encantadores y gran variedad de fauna y flora marina.

Llegamos a nuestro hostel. Precioso, una pasada, nada que ver con el bodrio de Musicology, el de Bogotá.
Una retahíla de foto del lugar, amplíenlas, y verán detalles.
Como llegamos pronto, mis compaeros se fueron a una playa a una cala a la que sólo se accede por un camino de mulas. Sin embargo, Óscar decidió dejarme descansando en el hostel porque estaba un poco resfriado del autobús nocturno, queera un frigorífico (dormimos con forro polar, jjjjj), como en los aviones de largo recorrido, para que no te muevas y no sudes, y asi no oleremos a muchedumbre.
Después mi amigo me describió la idílica cala. Se pudieron sentar, en una tumbonas a la sombra de un árbol y con los pies siempre mojados, pues no era primera línea, era dentro del agua. Y unas birritas... Merecido día de descanso, reparando energías para el día siguiente.
Y ojo, que si aquel día tengo pocas fotos, veréis cómo se desquitaron mis amigos en el parque nacional... Veréis qué multitud de fotitos.
Beesos.
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