Ciudad Real

Cuando dijimos a los amigos que íbamos a pasar el día de Reyes a Ciudad Real, se mostraron muy extrañados. "Qué hay que ver en Ciudad Real?". Evidentemente, mi amigo David, que es de allí, se ofendió mucho y nos animó a ir a conocer su ciudad. Lo hicimos, y nos pareció un lugar curioso, sorprendente.
Pumuky y Pumuka nacieron del suelo!!!
Llama la atención que una localidad con AVE, con sus monumentos y con tan buen ambiente de fiesta tenga tan poco turista. Bueno, pensamos, mejor para nosotros, la ciudad es nuestra. Y la verdad es que lo fue.
Llegamos en coche desde Toledo, y lo primero que vimos es la puerta con el mismo nombre. Se trata de uno de lo pocos restos de lo que fue una enorme muralla y que terminó por desaparecer. Si se hubiera conservado, sería casi el doble que la de Ávila. En su día estaba compuesta por 130 torreones y ocho puertas, tenía una forma de elipse casi perfecta con una longitud de 4.600 metros, con un grosor de 2,20 metros. Pero bueno, son las cosas de la incultura del siglo XIX. El Ayuntamiento y el Obispado creyeron que ganarían más si la tiraban. Sólo queda algo de muralla original por la entrada de Miguelturra.
Pasa una cosa curiosa en Ciudad Real. Sus habitantes la quieren mucho, pero hay algunos muy críticos consigo mismos por temas como lo de la muralla. También ocurre, por ejemplo, con el Ayuntamiento. A mí me parece un bonito edificio, tipo nórdico. Pero muchos critican la restauración y se quedarían con el edificio castellano antiguo, de antes de la restauración y la plaza de pueblo con soportales.
Es por la plaza Mayor y sus calles accesorias por donde se puede empezar a salir de cañas por Ciudad Real. ¿Os he dicho, hablando de todo un poco, lo que mola salir por Ciudad Real? Es un municipio muy planito, en el que puedes ir a casi todas partes andando. Hay mucha tradición de cañas y de tapeo y los de allí son muy buena gente.
Entonces, empezamos de cañas por la plaza Mayor y después nos podemos ir a la zona del Torreón y la calle de la Palma, al lado de la Catedral, y la calle de La Mata.
Tras las cañas, quien quiera que se vaya de copas, o si no, de cervezas artesanales, en bares como Deicy Reillys o el Céad Míle Fáilte, dos pub irlandeses en la calle Alcántara. Para las copas, nos vamos a la calle Hidalgos. A mí me han recomendado La Rue o el Quertasis, pero hay un montón. Uno de ellos, incluso, está dedicado a los Fragle Rock.
Pero, si queréis, antes de emborracharnos del todo, vamos a ver algo más de monumentos. Además de la puerta de Toledo, está la puerta de Granada por el Torreón.
Decir que di una vuelta rápida por el centro, que es muy pequeñito, y además de la puerta de Toledo y el Ayuntamiento vi varias iglesias muy bonitas, incluida la catedral de Nuestra Señora del Prado, Santiago y la parroquia de San Pedro, que fue la que más gustó.
Son restos de un pasado señorial, y de aquellos monjes guerreros que eran los amos y señores de estas tierras. A veces, paseando por Ciudad Real, me quedo con la extraña sensación de que hay, o quizás ha habido, más de lo que aparenta.
Por allí también está el museo de la ciudad, que hay normalmente exposiciones muy buenas y que está en el centro también.
Como lugar de esparcimiento, y me han recomendado Ortega y Gasset. 
No me puedo ir sin recordar fiestas geniales, como son la tradicional Pandorga, un momento para hacerte amigo de todos los vecino entre vasos de limonada, además de los Carnavales, Semana Santa y Fiestas de Agosto.


Como cerveza, me han dicho que la tradicional de Ciudad Real era la Calatrava. Al parecer ahora se ha recuperado, pero no del todo. Me explico: parece ser que no sienta muy bien, porque es catalana, no la tradicional de allí de hace décadas.
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