A orillas de un lago azul, todo son preciosas casitas de madera y sus numerosos talleres de escultura... de madera, claro. Pues eso, que Brienz destaca por tener uno de los lagos más limpios de Europa y ser la patria de la talla de madera, con un precioso museo, incluso. Da gusto ver a esos artesanos trabajando...
Lo malo es que no encontré aquí tampoco a mi princesa de madera... en fin.
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