Tenía yo muchas, muchas ganas de conocer Mérida, y no me decepcionó. Emérita Agusta dona a nuestros ojos imágenes de dos mil años de antigüedad. Me encantó. Me encantó el puente romano, el teatro y el afiteatro, el circo... Rememoré aquellos primeros días míos en Roma, por el ambiente, el calor y el agobio de gente, que no fue poco, jjjjj. ...Y eso que me marché de Mérida sin ver apenas la mitad de las cosas que hubiera querido. Pero me encantó perderme y actuar, cual actor dramático, por las gradas y el escenario de su famoso teatro. Creo que es una ciudad para visitar con tiempo, con tres o cuatro días al menos, y, a ser posible, en primavera, cuando ni el frío, ni el calor extremeños aprieten. Por cierto que, a pesar de que éramos miles los turístas que invadíamos la ciudad aquel día, la gente de Mérida me pareció de lo más amable y servicial con los visitantes. Un ejemplo a seguir por otras ciudades Patrimonio, donde no se trata bien al visitante, porque, al fin y al c...
Blog de viajes. Nuestra mascota, la marioneta Pumuky, recorre el mundo, y aquí nos cuenta sus travesías y da algunos consejos.