
Sí, sí. Unos amigos me convencieron, y me fui unos diitas a Portugal, mu relajantes y mu bien aprovechaicos, la verdad.
Pero antes, decidí pasarme por Trujillo, ciudad extremeña que había visto muchas veces desde la carretera y tenía muy buena pinta. Decir que aunque la visita fue rápida, no decepcionó en absoluto.
Definitivamente, Trujillo es de esas ciudades que quiero visitar con mucho más tiempo.

Cuando llegué a Trujillo, la villa celebraba un mercadillo medieval muy vistoso a la sombra de la estatua ecuestre de Pizarro en su plaza Mayor.

Trujillo tuvo en su día una importante judería. La ciudad aparece igualmente en la Ruta de los Conquistadores.
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