¿Por dónde empezar?
La verdad, no lo tenía muy claro.
En mi cabeza resonaba la petición deseseperada de ayuda de la diosa, carente de libertad.
Así que decidí comenzar con Riga, a ver si sonaba la flauta. En la capital letona existe una estatua de la libertad. Se trata del símbolo de la independencia de las tres regiones del país, que son las tres estrellas que sujeta una mujer un tanto feota.
Me hubiera gustado estar más tiempo en Riga, y también haber visitado la playa vecina, que tiene mucha fama.Además, Riga esta justo en medio de las tres Repúblicas Bálticas. Tiene aeropuerto. Y mar. De hecho, se me ocurrió por el camino que quizás fuera buena idea aprovechar la playa vecina de Jürmala; vamos, disfrutar de las vacaciones mientras buscaba a su divinidad.La capital letona es una ciudad cosmopolita, mucho más en comparación con sus vecinas. Quién se iba a imaginar encontrar en el Báltico una urbe con esa marcha y ese casticismo. Por cierto, las chicas, preciosas también.
Nosotros, para variar, comenzamos perdiéndonos. Buena excusa para visitar la catedral ortodoxa y un precioso mercado. Finalmente, encontramos sin problemas el albergue juvenil. Nos trataron de forma fantástica. Como no había habitaciones para tres adultos y una marioneta, nos llevaron a un edificio de apartamentos, donde nos dejaron una habitación de las más sencillamente acogedoras que he disfrutado en mi viajera vida. Estaba junto a un parque en el que se conserba lo poco que queda de la muralla de la ciudad: una especie de estanque navegable! Por la noche, nos invitaron a una fiesta en el mismo albergue, en la que me emborraché de la cerveza local, la Aldaris.
Nosotros, para variar, comenzamos perdiéndonos. Buena excusa para visitar la catedral ortodoxa y un precioso mercado. Finalmente, encontramos sin problemas el albergue juvenil. Nos trataron de forma fantástica. Como no había habitaciones para tres adultos y una marioneta, nos llevaron a un edificio de apartamentos, donde nos dejaron una habitación de las más sencillamente acogedoras que he disfrutado en mi viajera vida. Estaba junto a un parque en el que se conserba lo poco que queda de la muralla de la ciudad: una especie de estanque navegable! Por la noche, nos invitaron a una fiesta en el mismo albergue, en la que me emborraché de la cerveza local, la Aldaris.
La cerveza que probé en Riga fue la Aldaris
Información sobre Estonia, Letonia y Lituania, en el blog amigo El Rincón de Díkaios.
PUMUKY BONITAAAAA NO TE PREOCUPES QUE EN MI PROXIMO VIAJE VENDRAS CONMIGO, ESPERO QUE TE RECUPERES PRONTO DE TU OREJITA Y TU DUEÑA TE DEJE VENIR CNMIGO CLAROOO JEJE ;) QUE PENA QUE TE HAYAS PERDIDO ESOS PAISAJES TIROLESES!!! OHHHHHH SALUDITOSSSSSS